¿Por qué el crecimiento económico continuará de manera vigorosa en 2018?
La economía española crecerá un 2,9% durante este año 2018, rozando el 3%. Las previsiones han ido mejorando a lo largo del primer trimestre y pueden seguir haciéndolo a lo largo del año, según el informe Situación España de BBVA Research.
Esta previsión es más optimista que la presentada por el ministerio de Economía, que sitúan el incremento del PIB en un 2,7% para este año, y que la de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que se encuentra en el 2,8%.
No obstante, todos los analistas sitúan a España entre las economías avanzadas con una previsión de crecimiento más elevada. Por ejemplo, el FMI prevé que Alemania crezca un 1,8% este año y que Francia lo haga un 1,7%. De esta manera, España crecerá más de un punto por encima de las potencias comunitarias.
¿Por qué España sigue manteniendo este ritmo de crecimiento?
El principal factor que está detrás de la mejora en las previsiones es un entorno internacional más favorable, fruto de la revisión del crecimiento en EE UU y de las perspectivas de una recuperación algo más sólida en la Unión Económica y Monetaria.
Adicionalmente, el coste de financiación a largo plazo de la economía española ha continuado cayendo y se espera que se mantenga por debajo de los niveles esperados hace tres meses.
Ambos elementos, junto con la fuerte inercia que muestra la economía española y la mejora de la competitividad observada en algunos sectores, han permitido compensar el impacto negativo y temporal que ha tenido el incremento de la incertidumbre, según explica BBVA Research.
Las novedades incorporadas en la actualización del escenario macroeconómico apuntan a una composición más virtuosa de la demanda, caracterizada por un crecimiento fuerte de las exportaciones y de la inversión y por una ralentización del consumo privado.
Por un lado, se espera que la venta de bienes al exterior continúe mostrando tasas de crecimiento por encima de las del PIB, apoyada por las favorables expectativas sobre la actividad a nivel mundial, pero sobre todo en la UEM.
Asimismo, el turismo continuaría con la recuperación que ha mostrado durante los últimos años, principalmente gracias al incremento esperado de la demanda extranjera, al aumento de la renta de las familias en España, a la capacidad de crecimiento que persiste en buena parte del sector y a la caída de los precios observada durante los últimos meses.
Por otro lado, se asume un tono ligeramente expansivo de la política fiscal, producto principalmente de la aprobación del Real Decreto Ley para que las Corporaciones Locales puedan invertir su superávit y de la ampliación de los servicios públicos en los que podrán realizarse las inversiones financieramente sostenibles, que no computan en la regla de gasto.
El impacto de la incertidumbre relacionada con el entorno político en Cataluña ha tenido un efecto negativo sobre la demanda interna, tal y como se esperaba hace tres meses. Hacia delante, se asume que dicha incertidumbre continuará menguando, aunque seguirá produciéndose un impacto negativo sobre el gasto doméstico, de tamaño limitado en el conjunto de España, restringido a ciertos sectores y regiones con una mayor exposición al shock.
El mercado laboral continuará su senda alcista
Con todo, de cumplirse este escenario, el avance de la actividad sería suficiente para crear cerca de 936.000 puestos de trabajo en el conjunto de los dos años (tan solo 20.000 menos que en el bienio precedente) y reducir la tasa de paro hasta el entorno del 13,7% en 2019 .
En línea con el escenario presentado, los fundamentos del gasto de las familias continuarán mostrando signos de fortaleza. El avance de la renta disponible real superará el 2% en ambos años, favorecido por la evolución positiva del empleo y una inflación contenida.
Por su parte, la riqueza inmobiliaria también cobrará impulso, en línea con el crecimiento del precio de la vivienda. La financiación al consumo, apoyada en unos tipos de interés todavía reducidos, continuará aumentando, aunque a un ritmo menor que en el bienio 2016- 2017. Además, la inversión en maquinaria y equipo continuará dinámica durante el período 2018-2019. La inversión en vivienda continuará mostrando dinamismo a pesar de las señales de desaceleración que se extraen del empleo y los visados de construcción de vivienda nueva en los últimos meses.
No hay que olvidar que algunas cuestiones relacionadas con el entorno internacional, tales como la progresiva retirada de los estímulos monetarios, el encarecimiento de los precios del petróleo y la apreciación del tipo de cambio, contribuirán a la moderación del crecimiento.
El crecimiento global esperado (3,8% en 2018 y 2019) proporcionará una demanda saludable para las exportaciones españolas, siendo de especial relevancia el avance de la demanda europea, que se revisa marginalmente al alza en 2018 (en 0,1 puntos porcentuales hasta el 2,3%) y se mantendrá elevada en 2019 (en torno al 1,8%).
Fuente: www.elempresario.com